Crónica de un amor no correspondido

Sofía tenía mucho amor para dar... es sólo que no tenía a quien. Esta es una historia que todos conocemos, que todos hemos vivido o si es que tienes mucha suerte solamente escuchado.

El amar a alguien es la cosa más maravillosa que te puede suceder, pero ¿Y aquellas personas que no son amadas de vuelta? ¿Qué es lo que pasa con ellas? ¿Se quedan solas y tristes, o son ellas las que más disfrutan de aquellos pequeños momentos de esperanza?

Ésta es la historia de Sofía, que como cualquier chica ordinaria, intenta vivir como quiere o como puede.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Capítulo 1- La vida es una agobiante rutina

5:30 am viernes 02 de septiembre


“Wakeup in the morning feeling..”

Suena tu despertador a las 5:30 am como todos los días. Te levantas a buscar un sweater ligero en tu placard y te diriges al baño. Lo único que diariamente logra sacarte de tu sueño interrumpido es un buen baño. 
Después de 20 minutos en la ducha sales y logras vestirte medianamente decente para ir al colegio. Vos sos una chica a la que no le gusta producirse mucho, crees que lo mejor es mostrar siempre tu look natural y que si alguien se fija en vos no sea porque traes el maquillaje corrido y vas pintada como una pared.

-¡Sofía! Baja a desayunar hija, se te hace tarde cariño.- se asoma tu mamá a la habitación, Julieta es una mujer increíble. La adoras a pesar de que sea un poco cargosa contigo por ser su única hija.
-Ya voy ma- bosteza,  tomas tu chaqueta y tu infaltable celular -ese viejo cacharro que conservas intacto desde el día que tu madrina te lo regalo-.

Se encuentra el desayuno en la mesa. Lo mismo de siempre: un dulce licuado de frutas y un pan tostado. Nada fuera de lo común, solo un nuevo día.

Te diriges a tu querida escuela. Estudias en el Instituto Tecnológico de Formación Estudiantil, una de las mejores escuelas del país, claro que no podrías estudiar ahí sino tuvieras esa beca que ayuda a la economía familiar pero no hace más que aumentar la demandante presión que ejerce la escuela sobre ti.
Buscas a tus amigos en tus clases y afortunadamente te reservaron un lugar. Florencia Morales, Ingrid de la Rosa, Carlos Torres y Roberto Robledo conforman su maravilloso grupo. Como no podría ser menos ellos están de novios entre sí.

 Flor y Beto llevan 4 meses con su relación y no podrían ser más felices de lo que ya son.  Ellos se conocen de toda la vida pero Flor al perder a su madre en un accidente automovilístico, se apegó más a él. De a poco se fueron enamorando y así terminaron juntos.

Ingrid y Carlos no son más que otra pareja resultante de tus trucos para las relaciones amorosas ajenas.  Carlos gustaba de Ingrid sin que ella lo supiera así que decidiste actuar. Empezaste a convencerla de que él era lo mejor para ella y así empezó todo. Con tu granito de arena y tu amplia experiencia formando parejas. Por supuesto que esto es porque has leído demasiados cuentos de amor y no precisamente porque los hayas vivido.  

Al sentarte junto a ellos vuelves a sentir esa opresión en el pecho: No es que no te alegres por su felicidad, es que simplemente también a ti te gustaría vivirla.

La mayor parte del tiempo, cuando un chico se acerca a ti no es para ligarte o porque le gustas (como suele pasarle a TODAS tus amigas) sino para pedirte apuntes, ayuda en un examen, o consejos amorosos que no tienen nada que ver contigo.

Conforme van pasando las horas junto a tus amigos se nota tu cansancio y tu tristeza. Ellos al estar lo suficientemente entretenidos todo el tiempo ni siquiera lo notan, pero no te molesta. Eres tan bondadosa que incluso cuando tú te sientes mal, prefieres ver al otro feliz.

Llega la hora de salir y te tropiezas con alguien.

-¡AAAUCH! – soltaste al caerte

-Perdón ¡lo siento mucho! No te vi- contestó el extraño para ti- ¿Te encuentras bien?

-No te preocupes, estoy acostumbrada a que la gente no me vea, y no, no estoy bien, pero igual, tú tranquilo que no es por tu culpa- diste media vuelta y estabas a punto de caminar hacia la salida cuando te tomaron del brazo impidiendo que te fueras.

-¡No espera!  Mira am.- CLARO… No se habían presentado

-Sofía Castañeda, un gusto- con una sonrisa gustosa en tu cara

-Mira Sof, ¿te puedo llamar así?

-Claro, todos mis amigos me llaman de esa manera.

-Bueno Sof, no sé porque te sientas así pero no tienes porque, eres una chava muy linda y no tienes porque sentirte invisible.

- Gracias por decirlo pero no me conoces… ¿Cómo me dijiste que te llamabas?

-Creo que no lo dije… Pablo Echeverría

-Bueno Pablo, me dio gusto conocerte, espero que nos volvamos a ver por aquí muy pronto.- Dejaste un beso en su mejilla y te fuiste de ahí con un sentimiento que en la mañana no estaba.

Llegaste a tu casa un poco tarde, prendiste tu computadora e inmediatamente te encontrabas hablando con tu mejor amiga desde hace un año. Su nombre era Carolina. Era tu alma gemela, con la que podían hablar de todo y de nada a la vez. Ella te hizo bajar a tierra y con un frío pero seguro:

                   “Seguro se lo dice a todo el mundo Sof, no te hagas muchas ilusiones”

hizo  que aterrizara en la realidad. Lo de llamarme linda lo dijo en realidad porque me vio mal no porque de verdad le gustara


Otra ilusión.  Otra desilusión. Otro día que terminó.